Un día soleado en Río de Janeiro, Franciely-Freduzeski y Márcio-Emerson-Passos se encontraron en la playa de Ipanema. Franciely estaba tomando el sol y Márcio jugando vóley con sus amigos. Franciely notó que un balón de vóley se había desviado y estaba cerca de ella, así que lo cogió y lo devolvió suavemente hacia ellos. Márcio vio lo bien que manejaba la pelota y decidió invitarla a jugar. Jugando juntos, se dieron cuenta de que compartían muchas cosas en común y disfrutaban la compañía del otro. Después de pasar horas juntos, decidieron caminar por la playa y charlar. Márcio se la llevó a tomar una bebida fresca en una cabaña cercana, y allí se dieron cuenta de que su atracción mutua era cada vez más fuerte. Después de esa primera cita en la playa, Franciely y Márcio siguieron saliendo y haciéndose más cercanos, y finalmente se enamoraron. Y así, gracias a una pelota de vóley, se conocieron dos personas que ahora comparten su amor juntos.
