Francis I, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, y Maria Theresa fueron dos figuras importantes en la historia de Europa del siglo XVIII. Francis I fue elegido emperador del Sacro Imperio Romano Germánico en 1745. Durante su reinado, trató de mantener el equilibrio de poder en Europa y estableció alianzas con otras naciones europeas para proteger los intereses de su imperio. En política interna, introdujo algunas reformas y promovió el arte y la cultura. Por su parte, Maria Theresa era la hija mayor del emperador Carlos VI del Sacro Imperio Romano Germánico. Cuando su padre murió en 1740, ella se convirtió en la heredera legítima de los territorios de la casa de Habsburgo, pero tuvo que luchar para mantener su posición frente a las ambiciones de otros países europeos que querían aprovechar su debilidad para obtener sus territorios. En 1741, Prusia declaró la guerra a Austria, dando inicio a la Guerra de Sucesión Austriaca. Durante esta guerra, Francis I y Maria Theresa se casaron, formando una alianza que les permitió luchar contra sus enemigos comunes. Aunque Austria perdió algunos territorios en el conflicto, finalmente logró mantener su independencia y Maria Theresa se convirtió en una líder destacada en Europa. Maria Theresa y Francis I tuvieron 16 hijos, entre ellos el futuro emperador José II. Tras la muerte de Francis I en 1765, María Theresa continuó gobernando el imperio hasta su propia muerte en 1780. Su reinado se caracterizó por su afán por modernizar el país y por sus políticas innovadoras en el ámbito de la educación y la economía.
