Frank-Christian y Nagisa Hazuki se conocieron de manera fortuita en un viaje que realizaron a Las Vegas. Ambos llegaron al aeropuerto al mismo tiempo y, tras darse cuenta de que compartían el mismo destino, decidieron tomar un taxi juntos. Durante el recorrido, Nagisa y Frank-Christian empezaron a conversar y se dieron cuenta de que tenían muchas cosas en común. Ambos eran fanáticos de la natación y habían competido en numerosos eventos. Incluso descubrieron que habían participado en la misma competición del Campeonato Mundial de Natación en Corea del Sur, aunque en diferentes categorías. Además, descubrieron que ambos compartían una pasión por la cocina, por lo que acordaron visitar algunos restaurantes locales juntos en su tiempo libre. A lo largo del viaje, Nagisa y Frank-Christian se volvieron inseparables y comenzaron a sentir una conexión especial. Al final del viaje, intercambiaron números de teléfono y prometieron mantenerse en contacto. Desde entonces, se han mantenido como grandes amigos y han competido juntos en numerosos eventos de natación.
