Francesco Scavullo fue un famoso fotógrafo de moda y retratos en los años 60 y 70. En una ocasión, Scavullo fotografió a la legendaria cantante Janis Joplin para la revista Vogue en 1970. La sesión de fotos se realizó en la habitación del Hotel Chelsea en Nueva York, donde Joplin estaba hospedada en ese momento. Scavullo capturó a Joplin con su estilo distintivo, mostrando a la artista con su cabello largo y desordenado, su maquillaje ahumado y su atrevida ropa bohemia. La sesión de fotos se convirtió en un hito en la carrera de Scavullo y en la cultura pop en general. Las fotos muestran a Joplin en su apogeo creativo y son consideradas algunas de las imágenes más icónicas de la cantante. Desafortunadamente, Joplin murió solo unos meses después de que se tomaran las fotos, lo que le dio un sentido increíblemente triste a la sesión de fotos. Sin embargo, la belleza y el poder de las fotos de Scavullo y Joplin han perdurado a lo largo del tiempo y son un tributo duradero a la talentosa artista.
