Fred y Ava se conocieron en una fiesta de amigos en común. Fred estaba sentado en un sofá con una cerveza en la mano, mientras que Ava estaba de pie en el centro de la sala charlando con otras personas. En un momento dado, Ava notó que Fred la estaba mirando y decidió acercarse a él para iniciar una conversación. A medida que hablaban, descubrieron que tenían mucho en común: ambos eran amantes de la música rock, disfrutaban de los deportes al aire libre y tenían un sentido del humor muy similar. Se dieron cuenta rápidamente de que congeniaban bien y pasaron el resto de la noche hablando y riendo juntos. Después de esa noche, Fred y Ava intercambiaron números de teléfono y comenzaron a salir. Se fueron de citas, asistieron a conciertos juntos y compartieron sus pasatiempos favoritos. Con el tiempo, se enamoraron y ahora se consideran uno al otro su alma gemela.
