La relación entre Freddie Mercury y Mary Austin fue una de las más importantes de la vida del cantante de Queen. Se conocieron en 1969, cuando él era un estudiante universitario y ella trabajaba en una tienda de ropa. Inmediatamente se enamoraron y comenzaron una relación que duró seis años. Pese a que la relación terminó en términos románticos, Mercury consideró a Mary Austin como la persona más importante en su vida, demostrando su amor y lealtad inquebrantables en todo momento. Tanto así que le dejó gran parte de su fortuna y le dedicó varias canciones famosas. En una entrevista con la revista People en 1985, Mercury describió a Austin como "el amor de mi vida" y agregó "cada noche que paso sin ella es una noche perdida". Mercury y Austin mantuvieron una amistad cercana hasta el final de sus días, y aunque ella se casó y tuvo hijos con otro hombre, la relación nunca se rompió. Mary fue una de las pocas personas en conocer la verdad sobre la enfermedad de Mercury (VIH) antes de su muerte en 1991. La relación entre Freddie Mercury y Mary Austin es una historia de amor, amistad y lealtad que duró más allá de la vida, y que se mantiene como un ejemplo de respeto y compromiso mutuo.