Frederic e Ingrid coincidieron por casualidad en un pequeño café en el centro de París. Ambos estaban disfrutando de un café mientras leían un libro. Frederic notó a Ingrid, quien parecía inmersa en su novela, y decidió acercarse a ella. Comenzaron una conversación sobre sus libros favoritos y rápidamente descubrieron que compartían una pasión por la literatura clásica. A partir de ese momento, se volvieron inseparables. Exploraron juntos los barrios más bellos de París, hablando sobre sus sueños, esperanzas y temores. Descubrieron que tenían mucho en común, incluyendo una afición por el arte y la música. En poco tiempo, Frederic e Ingrid se convirtieron en pareja. Continuaron explorando París juntos, disfrutando de los pequeños placeres de la vida y soñando con un futuro juntos. Su historia de amor se convirtió en leyenda en los círculos literarios de París, una historia de dos amantes unidos por su amor por la literatura y la vida en la ciudad del amor.