La princesa Ana de Prusia y Federico Guillermo III de Hesse se casaron en 1853 después de que él enviudara de su primera esposa. La princesa Ana era la hija del príncipe Carlos de Prusia y la princesa María de Sajonia-Weimar-Eisenach, mientras que Federico Guillermo III era el hijo del gran duque Luis II de Hesse y su esposa Guillermina de Baden. La pareja tuvo dos hijos juntos, el príncipe Jorge Guillermo de Hesse y el príncipe Luis de Hesse-Darmstadt. A pesar de que su matrimonio fue arreglado, se dice que se llevaron bien y se apoyaron mutuamente. La princesa Ana era conocida por su belleza y encanto, mientras que Federico Guillermo III era respetado por sus habilidades políticas y administrativas. Sin embargo, su matrimonio no estuvo exento de dificultades. Se dice que la pareja tuvo problemas financieros, lo que llevó a Federico Guillermo III a tener conflictos con su familia. Además, la princesa Ana había mantenido una relación cercana con su cuñado, el príncipe Alejandro de Hesse-Darmstadt, lo que llevó a algunos rumores de infidelidad. Federico Guillermo III murió en 1884 y Ana vivió hasta 1918. Se dice que después de la muerte de su esposo, se retiró de la vida pública y se dedicó a la caridad y las obras de caridad. Fue conocida por su hospitalidad y por mantener una casa elegante y bien organizada. En resumen, la relación entre la princesa Ana de Prusia y Federico Guillermo III de Hesse fue una unión arreglada que tuvo sus altibajos, pero que se considera que fue feliz en general. La pareja tuvo dos hijos juntos y vivió juntos durante más de 30 años hasta la muerte de Federico Guillermo III.
