Una tarde soleada, Gaara caminaba por las calles de Los Ángeles. Estaba perdido en sus pensamientos cuando de repente, chocó con alguien. - Lo siento mucho - dijo Gaara, avergonzado. - No te preocupes - respondió una voz dulce y amable. Al levantar la vista, Gaara se encontró con una joven hermosa y radiante. Era Lily Collins, la actriz de la que siempre había sido fan. - ¿Eres Lily Collins? - preguntó Gaara, incrédulo. - Sí, soy yo - respondió Lily entre risas. Gaara no podía creer su suerte. Había conocido a su actriz favorita en persona y había chocado con ella de manera accidental. La conversación fluyó con naturalidad y ambos intercambiaron números de teléfono al finalizar. Desde entonces, Gaara y Lily se volvieron amigos inseparables y siempre recordaban con cariño aquel primer encuentro en las calles de Los Ángeles.