Gabi y Gabor se conocieron en una aldea perdida de Hungría, donde ambos buscaban refugio de una fuerte tormenta. Mientras esperaban en una pequeña cabaña abandonada, descubrieron su amor mutuo por la música y comenzaron a tocar juntos con una guitarra y un violín que encontraron allí. La tormenta finalmente pasó, y aunque se separaron al día siguiente, nunca olvidaron aquel encuentro mágico y siempre recordaron la hermosa música que crearon juntos. Años después, se reencontraron en una sala de conciertos en Viena, donde ambos tocaban en la misma orquesta y se dieron cuenta de que habían tocado juntos antes. Desde entonces, se convirtieron en grandes amigos y compañeros de música, y siempre recordaron su primer encuentro en la cabaña de la aldea perdida de Hungría.
