Cierto día, Gabriel Medina y Isabella Settanni coincidieron en unas playas paradisíacas de Brasil. Gabriel estaba surfeando con unos amigos cuando notó a Isabella tomando fotos del paisaje. Ambos se vieron y sus miradas se cruzaron por un momento. Gabriel era un surfista profesional muy conocido y no pasó mucho tiempo antes de que Isabella lo reconociera. Isabella, quien es fotógrafa de profesión, se acercó a Gabriel para presentarse y preguntarle si podía tomarle algunas fotos mientras surfeaba. Gabriel, siempre amable y dispuesto a colaborar, aceptó. Después de la sesión de fotos, Gabriel e Isabella comenzaron a platicar mientras caminaban por la playa. Descubrieron que tenían muchas cosas en común, como su amor por el mar y la naturaleza. Gabriel también descubrió que Isabella era muy apasionada por su trabajo como fotógrafa y se impresionó por su talento. De ahí en adelante, Gabriel e Isabella se mantuvieron en contacto y comenzaron una amistad que rápidamente se convirtió en algo más. Gabriel la invitó a verlo en algunas de sus competencias y también la llevó a explorar algunas de las playas más hermosas de Brasil. Finalmente, Isabella y Gabriel se dieron cuenta de que habían encontrado a su alma gemela y comenzaron una relación que los ha llevado a viajar por todo el mundo juntos mientras se apoyan mutuamente en sus carreras.
