Blue-Mary y Gabrielle-Carteris se conocieron por casualidad en el set de una película de acción en pleno desierto. Blue-Mary interpretaba a una valiente agente secreta mientras que Gabrielle-Carteris era la veterana directora de cine que supervisaba todo el rodaje. Al principio, Blue-Mary estaba un poco nerviosa alrededor de Gabrielle-Carteris porque la admiraba mucho por su experiencia y trayectoria en la industria cinematográfica. Sin embargo, Gabrielle-Carteris no tardó en darse cuenta de la habilidad y el talento de Blue-Mary como actriz, y se propuso ayudarla a mejorar su técnica interpretativa. Así que empezaron a trabajar juntas en diferentes escenas de la película, y Gabrielle-Carteris le dio consejos muy útiles y prácticos para que Blue-Mary pudiera sentirse más cómoda y segura en su papel. Con el tiempo Blue-Mary y Gabrielle-Carteris se convirtieron en muy buenas amigas, y disfrutaban de largas conversaciones sobre cine, actuación y la vida en general. Gracias a esta amistad, Blue-Mary pudo aprender de la sabiduría y experiencia de Gabrielle-Carteris, y Gabrielle-Carteris, por su parte, se sintió muy orgullosa de haber ayudado a formar a una gran actriz como Blue-Mary. Juntas, lograron crear un equipo imparable en el set de rodaje, y su amistad se fortaleció aún más con el paso del tiempo.
