Shin Nohara y Gabrielle Carteris se conocieron en un evento de caridad en Hollywood. En ese momento, Gabrielle estaba en busca de ideas para su próximo proyecto cinematográfico y Shin estaba allí como invitado. Al ver que Gabrielle estaba un poco perdida, Shin se acercó a ella y comenzó a hablar sobre su amor por el cine y sus proyectos cinematográficos previos. Gabrielle se sorprendió al descubrir que Shin había trabajado como director en películas aclamadas por la crítica y que su trabajo había sido muy apreciado en Japón. Pronto, ambos se dieron cuenta de que tenían una gran pasión por el cine y comenzaron a compartir sus ideas sobre posibles proyectos futuros. Se encontraban regularmente para discutir sobre sus ideas, compartían sus experiencias y aprendían el uno del otro. A medida que su amistad se fortalecía, decidieron trabajar juntos en un proyecto. Este proyecto sería único, buscando combinar las culturas japonesa y estadounidense, en una historia poderosa y conmovedora que resonaría en todo el mundo. Gracias a su trabajo juntos, Shin y Gabrielle lograron unir sus culturas y compartir su amor por el cine, creando una obra maestra que les dio fama y reconocimiento a nivel internacional. Desde ese momento, los dos amigos colaboran en diversos proyectos y siempre están listos para trabajar juntos en cualquier oportunidad.
