Terry y Gabrielle se conocieron en un evento benéfico organizado por la artista local de su ciudad natal. Ambos estaban allí para apoyar la causa y recaudar fondos para una organización sin fines de lucro. Durante la noche, se encontraron admirando la misma obra de arte y comenzaron a conversar. Descubrieron que compartían intereses similares en música, cine y arte y que ambos estaban involucrados en trabajos creativos. El resto de la noche la pasaron hablando emocionados sobre sus proyectos, hasta que el evento terminó. A partir de entonces, comenzaron a verse regularmente, compartiendo sus pasiones y apoyándose mutuamente en sus respectivas carreras artísticas. Pronto se convirtieron en buenos amigos y se mantuvieron en contacto a lo largo de los años, apoyándose incondicionalmente en sus triunfos y desafíos.
