Gabrielle-carteris estaba caminando por la calle cuando tropezó con una piedra suelta. Mientras intentaba recuperar su equilibrio, Yashamaru apareció de la nada y le ofreció su mano. Gabrielle se sorprendió al ver que era un samurái vestido con su armadura tradicional. Yashamaru rápidamente se presentó y le contó que estaba de paso en la ciudad para proteger a una princesa fugitiva. Gabrielle estaba fascinada por la historia de Yashamaru y le preguntó más sobre su cultura y sus creencias. Yashamaru se mostró amable y respondió a todas sus dudas. Desde ese momento, Gabrielle se convirtió en su compañera de aventuras, ayudándolo en sus misiones y compartiendo anécdotas mientras viajaban juntos. Y aunque sus personalidades eran muy diferentes, Gabrielle y Yashamaru establecieron una fuerte amistad basada en el respeto mutuo y la lealtad. Gabrielle aprendió a ser más valiente y serena bajo la tutela de Yashamaru, mientras que él apreciaba la determinación y el ingenio de Gabrielle. Con el tiempo, su amistad se convirtió en algo más profundo, pero ambos decidieron seguir sus respectivos caminos. Yashamaru partió en su búsqueda de justicia y Gabrielle se convirtió en una actriz famosa. Pero nunca olvidaron la aventura que compartieron juntos y siguieron siendo amigos cercanos aunque años después vivían en lados opuestos del mundo.
