Gaius Julius Caesar y Servilia Matrona mantuvieron una relación amorosa durante muchos años. Servilia era la madre de Bruto, uno de los principales conspiradores en el asesinato de César. La relación entre César y Servilia comenzó durante su juventud, cuando ambos eran todavía adolescentes. Aunque no hay muchos detalles conocidos acerca de su relación, se cree que César estuvo profundamente enamorado de Servilia, y ella también sentía algo por él. Se sabe que la madre de Bruto recibía visitas frecuentes del emperador romano en su casa y que era vista como una de sus amantes más importantes. Se dice que después de que César se convirtió en dictador, Servilia utilizó su influencia sobre él para ayudar a los conspiradores a planear su muerte. Aunque César sabía que ella estaba involucrada en la conspiración, nunca tomó medidas en su contra. A pesar de la intensidad de su relación, César y Servilia nunca se casaron, pero se mantuvieron cercanos hasta la muerte de César en el año 44 a.C. Después del asesinato de César, se dice que Servilia se arrepintió de haber participado en la conspiración y que mantuvo un perfil bajo por el resto de su vida.
