Gardner McKay y Jo Morrow se conocieron en un bar de Nueva York. Él estaba sentado en la barra, disfrutando de una cerveza, mientras ella entraba con un par de amigas. Sus miradas se cruzaron y, sin saber por qué, se sintieron atraídos el uno por el otro. Gardner se acercó a Jo y le ofreció comprarle una copa. Ella aceptó y empezaron a hablar. Pronto descubrieron que tenían muchas cosas en común, como su amor por la naturaleza y su pasión por viajar. Gardner le contó a Jo sobre su trabajo como escritor y aventurero, mientras que ella compartió sus sueños de convertirse en actriz. A medida que la noche avanzaba, la conversación se hizo más profunda y personal. Se dieron cuenta de que habían encontrado algo especial en el otro. Desde ese día, Gardner y Jo se convirtieron en inseparables e iniciaron un viaje que los llevaría a través del mundo, compartiendo aventuras y experiencias juntos.