Gary Cooper e Ingrid Bergman tuvieron una relación platónica y profesional durante su carrera en Hollywood. Trabajaron juntos en dos películas: "Por quién doblan las campanas" (For Whom the Bell Tolls) en 1943 y "Saratoga Trunk" en 1945. A pesar de que había rumores de un amorío entre ellos, nunca se confirmó nada y ambos estaban casados en ese momento. La relación entre Cooper y Bergman se caracterizó por ser una amistad cercana en la que se apoyaron mutuamente durante los rodajes de sus películas. En 1951, Cooper recibió el Oscar a Mejor Actor por su papel en "Solo ante el peligro" (High Noon), y en su discurso de aceptación agradeció a Bergman por haberlo animado a continuar con su carrera en el cine. A pesar de que nunca fueron pareja, Cooper y Bergman fueron dos de los actores más importantes de su época y dejaron un legado inolvidable en la historia del cine.