Gary Cooper y Lorraine Chanel tuvieron un romance en la década de 1920 cuando Cooper era un joven actor y Chanel estaba en París trabajando como modelo. Cooper era un hombre casado, pero su matrimonio estaba en crisis y se separó de su esposa para estar con Chanel. Su relación fue tumultuosa y se vio afectada por la presión de la prensa y la disminución de la carrera de Chanel como modelo. La pareja se separó después de varios años juntos, y Cooper regresó con su esposa poco después. A pesar de su breve romance, la relación entre Gary Cooper y Lorraine Chanel se ha convertido en una leyenda de Hollywood, y muchos han considerado a Chanel como la musa y amante del actor durante su juventud.
