Gary-Hecker y Lauren-Woodland se conocieron en un estudio de grabación en Los Ángeles. Ambos estaban trabajando en el mismo proyecto de doblaje para una película animada y se encontraron en la sala de edición. Gary era el encargado de los efectos de sonido y Lauren estaba doblando la voz de uno de los personajes principales. Cuando Lauren escuchó por primera vez los efectos de sonido que Gary había creado para su personaje, quedó impresionada por la calidad y el realismo de los sonidos. Se acercó a Gary y le preguntó cómo había hecho eso. Gary, a su vez, quedó sorprendido por la habilidad de Lauren para darle vida a su personaje con su voz. A partir de ese momento, comenzaron a colaborar juntos en ese proyecto y en otros más. Se dieron cuenta de que tenían una conexión especial, tanto en términos profesionales como personales, y que podían lograr cosas increíbles juntos. Con el tiempo, Gary y Lauren se convirtieron en inseparables y comenzaron una relación amorosa que ha perdurado en el tiempo. Y así, gracias a la magia del sonido y la voz, se encontraron y nunca más se separaron.