George Balanchine y Tamara Geva fueron dos bailarines y coreógrafos de la Rusia pre-revolucionaria que emigraron a los Estados Unidos y desarrollaron una estrecha relación personal y profesional. Balanchine y Geva se conocieron en la compañía de ballet del Teatro Mariinsky en San Petersburgo en la década de 1920, donde ambos destacaron por su talento y por su conexión artística. Durante su tiempo juntos en la compañía, Balanchine coreografió varias piezas para Geva, incluyendo el papel principal en su ballet "Apollon Musagète". En 1924, Balanchine y Geva emigraron a París en busca de nuevas oportunidades en el mundo de la danza. Allí trabajaron con el famoso Ballets Russes de Serge Diaghilev, donde Balanchine coreografió varias obras destacadas y Geva se convirtió en una de las bailarinas favoritas de Diaghilev. En 1933, Balanchine y Geva se mudaron a los Estados Unidos, donde fundaron la School of American Ballet y el Ballet Society (que más tarde se convertiría en el New York City Ballet). Juntos, crearon muchas de las obras más famosas del repertorio de la compañía, incluyendo la coreografía emblemática de Balanchine de "El lago de los cisnes". A pesar de su conexión artística, la relación personal de Balanchine y Geva se deterioró con el tiempo, y eventualmente se separaron tanto profesionalmente como en términos de amistad. Sin embargo, su legado como pioneros de la danza en los Estados Unidos sigue siendo fuerte y su influencia en la danza en todo el mundo es incalculable.