George Bernard Shaw y Marlene Dietrich mantuvieron una relación de amistad a lo largo de los años. Shaw, quien fue un reconocido dramaturgo y escritor, conoció a Dietrich en 1933, cuando esta última era aún una actriz joven que daba sus primeros pasos en Hollywood. Shaw quedó impresionado por la belleza y el talento de Dietrich, y la invitó a una cena en su casa en Inglaterra. Desde entonces, los dos mantuvieron una correspondencia constante y se vieron en varias ocasiones. Dietrich, por su parte, admiraba a Shaw por su inteligencia y su capacidad para crear personajes y diálogos. La actriz tenía gran interés por la cultura e historia de Inglaterra y Shaw le servía como fuente de información y conocimiento. En 1949, Shaw le escribió una carta a Dietrich felicitándola por su actuación en la película “Golden Earrings”, en la que ella interpretaba a una bailarina gitana. En la carta, Shaw le decía que su actuación era “la expresión poética más completa que había visto en una película”. A pesar de la diferencia de edad entre ambos, George Bernard Shaw y Marlene Dietrich mantuvieron una amistad sincera y duradera hasta la muerte del dramaturgo en 1950. Dietrich tuvo siempre un gran respeto y admiración por él, y en varias ocasiones lo citó como una de sus influencias en su carrera artística.