George Platt-Lynes y Ralph McWilliams mantuvieron una relación romántica en los años treinta. McCarten Brooks, la biógrafa de Platt-Lynes, sugiere que el fotógrafo conoció a McWilliams mientras trabajaba en la puesta en escena de la obra de Broadway de McWilliams, "Pioneer Club". Después de una breve aventura en 1931, los dos volvieron a encontrarse en 1933 y comenzaron a salir en serio. McWilliams era un bailarín y coreógrafo, y también trabajaba como modelo para Platt-Lynes. Su relación estuvo plagada de altibajos, en gran parte debido a la inestabilidad emocional de McWilliams. Según Brooks, McWilliams pudo haber sido bipolar. La relación terminó abruptamente en 1935 después de que Platt-Lynes descubriera que McWilliams lo había estado engañando con otros hombres. Aunque la pareja nunca se reconcilió, volvieron a trabajar juntos en proyectos profesionales en los años posteriores. La relación entre George Platt-Lynes y Ralph McWilliams es una de las muchas historias de amor del mundo del arte y la cultura que han sido reveladas a través de la correspondencia y los diarios de ambos. A través de su relación, Platt-Lynes y McWilliams experimentaron el dolor, pero también la belleza del amor, y dejaron una huella imborrable en la historia del arte y la cultura gay.
