George Raft y Hilda Ferguson tuvieron una relación sentimental a principios de la década de 1930. Ferguson fue una actriz estadounidense que trabajó en varias películas mudas y sonoras. La pareja se conoció en el set de la película "Scarface" en 1932 y comenzaron una relación que duraría varios años. Raft, quien era conocido por su papel en películas de gánsters y por su estilo de vida extravagante, le proporcionó a Ferguson muchos contactos en la industria del cine y la hizo debutar en su primera película sonora en 1933, titulada "Winner Take All". Sin embargo, su relación se acabó poco después, en parte debido al temperamento fuerte y celoso de Raft, pero también debido a la creciente demanda de trabajo de Ferguson como actriz. Ferguson continuó trabajando en el cine hasta principios de la década de 1940, mientras que Raft se convirtió en uno de los grandes actores de la época dorada de Hollywood.