Un día, Aron y Mikus se encontraban paseando tranquilamente por la ciudad cuando de repente escucharon una hermosa voz que venía de algún lugar cercano. Curiosos, se acercaron caminando y descubrieron a Gigi Radics cantando en una esquina. En ese momento, quedaron impresionados por su talento y decidieron acercarse a ella para felicitarla. Al instante, comenzaron a charlar y darse cuenta de que compartían una gran pasión por la música. De ahí en adelante, establecieron una amistad cercana y comenzaron a tocar juntos en distintos eventos, haciéndose cada vez más conocidos en la escena musical local. Con el tiempo, este encuentro fortuito se convertiría en el inicio de una gran colaboración y amistad que perdura hasta nuestros días.
