Un día soleado en el parque, Gina-G caminaba distraída mientras escuchaba música en sus auriculares. De repente, chocó con alguien y sus auriculares se cayeron. Levantó la cabeza para ver quién era y se sorprendió al encontrar a Charlie-Watson-I allí parado, disculpándose por el accidente. Ambos comenzaron a hablar, y rápidamente se dieron cuenta de que compartían una pasión por la música y la literatura. Decidieron intercambiar números y continuar la conversación en un café cercano. Desde ese día, Gina-G y Charlie-Watson-I se han mantenido en contacto, convirtiéndose en grandes amigos y colaboradores creativos en muchos proyectos musicales y literarios.