Un día soleado en Pueblo Paleta, Gina caminaba por el bosque mientras buscaba Pokémons fuertes para entrenar. De repente, escuchó ruidos extraños a lo lejos. Como buena entrenadora, se acercó sigilosamente para averiguar qué estaba sucediendo. Al llegar al lugar, descubrió a Hal atrapando un Eevee salvaje. Inmediatamente, se sintió atraída por su habilidad como entrenador y por su carisma. Gina se presentó y ambos comenzaron a charlar sobre Pokémons y estrategias de entrenamiento. Hablaban de sus aventuras y batallas, parecía que tenían mucho en común. Desde ese día, el destino los unió y se convirtieron en grandes amigos y compañeros de entrenamiento. Juntos, han atrapado a muchos Pokémons y vencido a poderosos rivales, formando un equipo invencible.