Vittorio De Sica y Giuditta Rissone tuvieron una relación de pareja que duró aproximadamente 10 años, desde la mitad de la década de 1940 hasta mediados de los años 50. Se conocieron en el set de la película "Revenge of the Barbarians" en 1950, en la que ambos actuaban. Fue amor a primera vista, aunque De Sica aún estaba casado en ese momento. Sin embargo, pronto se separó de su esposa y comenzó una relación con Rissone. La pareja trabajó juntos en varias películas después de ese primer encuentro, incluyendo "Miracle in Milan" y "Umberto D." Ambas películas son ahora consideradas como algunas de las más grandes contribuciones de De Sica al movimiento neorrealista italiano. Rissone también trabajó como escenógrafa y diseñadora de vestuario en algunas de las películas dirigidas por De Sica. La pareja se convirtió en una de las parejas más famosas de la industria cinematográfica italiana de la época. Sin embargo, la relación comenzó a deteriorarse en la década de 1950, cuando De Sica comenzó a pensar en su carrera como director más que como actor. La pareja terminó su relación en 1956, aunque se mantuvieron amigos hasta la muerte de Rissone en 1977. La relación entre De Sica y Rissone fue una de las más importantes de sus vidas y, según los informes, tuvo un impacto significativo en el trabajo de ambos artistas en la industria cinematográfica italiana.
