Grace Kelly y John F. Kennedy tuvieron una relación cercana y amistosa. Se conocieron en un evento en 1954 cuando Kelly era aún una actriz en ascenso y Kennedy un senador de los Estados Unidos. Kelly y Kennedy se mantuvieron en contacto a lo largo de los años, y en 1961, después de que Kennedy asumiera la presidencia de los Estados Unidos, ella y su esposo, el Príncipe Raniero III de Mónaco, fueron invitados a visitar la Casa Blanca. Durante esa visita, Kelly y Kennedy tuvieron la oportunidad de pasar tiempo juntos y se rumoreó que incluso bailaron juntos en una cena en la Casa Blanca. Kelly también asistió a la inauguración de Kennedy en enero de 1961, donde se convirtió en la primera actriz en asistir a la toma de posesión de un presidente estadounidense. Después de la trágica muerte de Kennedy en 1963, Kelly y su esposo visitaron a la familia Kennedy en su casa de Hyannis Port, Massachusetts, para brindar su apoyo. Aunque la relación entre Grace Kelly y John F. Kennedy nunca fue romántica, sigue siendo una de las amistades más interesantes y duraderas en la historia de Hollywood y de la política estadounidense.
