Grayson y Kerry se conocieron en un parque mientras paseaban a sus perros. Los dos canes comenzaron a jugar juntos y así fue como los dueños iniciaron una conversación. Descubrieron que vivían en el mismo vecindario y tenían muchos intereses en común como la música, el arte y la cocina. Después de ese día, comenzaron a planear actividades juntos, como ir a conciertos y hacer cenas en casa. Finalmente, su amistad se convirtió en algo más y comenzaron a salir en citas románticas. Ahora, están juntos y felices de haberse encontrado de una manera tan casual e inesperada.