Un día soleado de verano, Grier, Curran y Raclin se encontraban en la playa disfrutando del mar, jugando vóley y tomando el sol. En un momento, se percataron de que una chica llamada Victoria y su amiga, Kennedy, estaban observando el juego desde la orilla y decidieron invitarlas a unirse al juego. Después de unas cuantas jugadas y risas, se intercambiaron los nombres y empezaron a conversar sobre sus intereses y planes de verano. Victoria y Kennedy acababan de graduarse de la universidad y estaban en busca de un trabajo, mientras que Grier, Curran y Raclin estaban de vacaciones buscando aventuras. Todos se llevaron muy bien y al final del día, intercambiaron números telefónicos y prometieron mantenerse en contacto. Desde entonces, han mantenido una gran amistad, compartiendo momentos y experiencias únicas que han afianzado su vínculo y les han llevado a vivir juntos muchas aventuras más.
