Gyula Andrassy y la Emperatriz Elisabeth de Austria tuvieron una relación cercana y duradera que fue en gran parte influenciada por su afinidad por la cultura húngara. Andrassy, un destacado político húngaro que se convirtió en primer ministro de Hungría en 1867, fue un defensor de la emancipación del pueblo húngaro y trabajó para establecer una relación de igualdad con Austria en el Imperio Austro-Húngaro. La Emperatriz Elisabeth, también conocida como Sissi, era conocida por su amor por la cultura húngara y su interés en apoyar la causa húngara dentro del Imperio. Andrassy y Sissi se conocieron en 1866 cuando él era embajador de Hungría en Viena y rápidamente se hizo evidente que compartían una pasión compartida por el folklore y la música húngara. La relación entre Andrassy y Sissi fue visto con sospecha y celos por algunos círculos aristocráticos vieneses y húngaros, pero la pareja mantuvo su amistad y correspondencia durante muchos años. Andrassy se convirtió en una especie de consejero para la Emperatriz y se dice que ella confiaba en él para obtener información importante sobre la política húngara. Tras el asesinato de Sissi en 1898, Andrassy quedó conmocionado y escribió una emotiva carta a sus hijos expresando su dolor. También se dice que visitó su tumba en varias ocasiones a lo largo de los años. En resumen, la relación entre Gyula Andrassy y la Emperatriz Elisabeth de Austria fue una de amistad y apoyo mutuo, basada en gran parte en su pasión compartida por la cultura húngara. Aunque algunas personas los veían con sospecha, su amistad duró muchos años y fue vista como un ejemplo de la conexión entre Austria y Hungría en el Imperio Austro-Húngaro.
