En un soleado día de verano, Hannah y Scott se encontraron en una pequeña tienda de libros usados en el centro de la ciudad. Scott estaba buscando una novela de ciencia ficción y Hannah estaba hojeando un libro de poesía. Mientras todos los demás clientes iban y venían, Scott y Hannah se dieron cuenta de que tenían gustos similares en literatura y comenzaron a hablar de sus autores favoritos y a intercambiar recomendaciones de libros. En poco tiempo, la charla se convirtió en una animada discusión que duró horas. Después de cerrar la tienda, salieron juntos y continuaron charlando mientras caminaban por la calle. Con el tiempo, Scott y Hannah se dieron cuenta de que tenían mucho en común, desde la pasión por la escritura hasta el amor por la música en vivo. Siguieron viéndose regularmente, y la amistad se convirtió rápidamente en algo más. Ahora, Scott y Hannah comparten todo tipo de aventuras, desde viajar por el país hasta simplemente disfrutar de una tarde tranquila en el sofá con un buen libro. Ninguno de los dos podría imaginar la vida sin el otro.
