Un día soleado de verano, Harley-wood estaba grabando una película en locación en un pequeño pueblo del sur de los Estados Unidos. Mientras tomaba un descanso para almorzar, decidió dar un paseo por el pueblo para explorar. Fue entonces cuando vio un pequeño café que llamó su atención. Decidió entrar y pedir algo para refrescarse. Fue entonces cuando conoció a Sy-Miller, quien era la dueña del lugar. Sy-Miller era una mujer amable y acogedora que inmediatamente empezó a conversar con Harley-wood. Hablaron de varias cosas, desde la película que estaba filmando hasta la vida en el pueblo. Harley-wood se sintió encantado con la personalidad de Sy-Miller y la pasión que mostraba por su trabajo y su comunidad. Decidió volver al café todos los días durante el rodaje. Después de un par de semanas, Harley-wood decidió invitar a Sy-Miller a unirse a la producción de la película como asesor de locaciones. Ella aceptó con entusiasmo y se convirtió en una valiosa colaboradora en el proyecto. Durante el tiempo que pasaron trabajando juntos, Harley-wood y Sy-Miller se hicieron amigos cercanos, aprendieron el uno del otro y disfrutaron de momentos inolvidables en el sur. Incluso después de que la película terminó, Harley-wood y Sy-Miller mantuvieron el contacto y se mantuvieron en contacto con frecuencia.
