Harriet y Bob se conocieron en una cafetería del centro de la ciudad. Harriet estaba sentada con su portátil trabajando en un proyecto cuando Bob entró y se sentó en la mesa de al lado. Bob notó que Harriet tenía una gran cantidad de tarjetas de visita en su mesa, lo que llamó su atención. Curioso, inició una conversación sobre su trabajo y descubrió que ella estaba diseñando un sitio web para ayudar a las pequeñas empresas a mejorar su presencia en línea. Bob se sintió atraído por su entusiasmo y pasión por su trabajo y le preguntó si podía colaborar con ella en su proyecto. Harriet aceptó la oferta y, con el tiempo, se convirtieron en socios comerciales y amigos cercanos. Desde entonces, han trabajado juntos en muchos proyectos con éxito y siempre recuerdan el día en que se conocieron en esa café en el centro de la ciudad.
