Harriette-Harper y Sam-Reece se conocieron en la cafetería del campus universitario donde ambos estudiaban. Harriette-Harper había estado buscando una mesa libre para sentarse y estudiar cuando Sam-Reece se levantó para tirar su basura. Al regresar, se dio cuenta de que Harriette-Harper estaba buscando una mesa y le ofreció compartir la suya. Comenzaron a hablar sobre sus carreras universitarias y sus intereses comunes, y pronto descubrieron que compartían una pasión por la música y la literatura. Desde ese día, se convirtieron en amigos cercanos y comenzaron a asistir juntos a conciertos y eventos culturales. Eventualmente, sus intereses comunes se convirtieron en algo más, y comenzaron a tener citas regulares. El resto, como dicen, es historia.