Hatake-Kakashi estaba en una misión importante en Londres cuando se encontró con Lily-Collins en un café local. Al principio, parecía que no tenían nada en común, pero a medida que conversaban, notaron que compartían una pasión por la literatura y el cine clásico. Se dieron cuenta de que habían estado en la misma premiere de una película en Hollywood hace un par de años, lo que les causó sorpresa. De repente, el café se quedó sin luz por un corte de energía. En ese momento, Kakashi sacó su particular utilidad: una linterna que siempre llevaba consigo y con la que iluminó el lugar. Gracias a eso, lograron seguir conversando durante horas hasta que terminaron su bebida. Kakashi le entregó su número de teléfono al final de su charla y le propuso mantener el contacto para seguir conversando sobre películas y libros más adelante. A partir de ese día, se convirtieron en buenos amigos y han compartido muchas aventuras a lo largo de los años.
