Un día Helena y Max se encontraron por accidente en la calle. Max estaba perdido y no sabía cómo llegar a su destino, pero Helena se ofreció a ayudarlo. Mientras caminaban juntos, se dieron cuenta de que tenían muchas cosas en común y se sintieron muy cómodos el uno con el otro. Decidieron intercambiar números de teléfono y seguir en contacto. Con el tiempo, su amistad se fortaleció y eventualmente se convirtieron en pareja. Ahora, Helena y Max se sienten agradecidos por aquel encuentro casual que los llevó a encontrarse el uno al otro y vivir una vida juntos.