Helene y Peter se conocieron en un bar llamado "El Claddagh". Coincidieron en la barra mientras esperaban que les sirvieran sus bebidas y Peter accidentalmente derramó un poco de su cerveza en el vestido de Helene. Él se disculpó profusamente y le ofreció pagar la limpieza del vestido. Esto dio lugar a una conversación entre ellos y descubrieron que tenían intereses similares en la música irlandesa y la literatura contemporánea. Intercambiaron números y continuaron hablando durante la noche. El resto, como dicen, es historia.