Henri IV de Francia y Aimee Le Grand tuvieron una relación apasionada y tumultuosa que comenzó en 1592 cuando ella era una joven campesina. Según la leyenda, Aimee había sido secuestrada y llevada a un convento por su padre, pero Henri la encontró y la rescató. Los dos se enamoraron y comenzaron una relación que duró varios años. Aimee era considerada la amante favorita de Henri, y se dice que era la única mujer que podía hacerlo abandonar sus deberes de Estado para pasar tiempo con ella. Los dos tuvieron varios hijos juntos, pero no se casaron debido a las leyes reales que prohibían que un rey se casara con una mujer por debajo de su rango. La relación de Henri y Aimee no fue fácil. Henri era conocido por su infidelidad y tenía otras amantes, lo que llevó a peleas y celos entre él y Aimee. La relación llegó a su fin en 1599 cuando Henri se enamoró de otra mujer y dejó a Aimee por ella. Aimee desapareció de la historia después de la ruptura con Henri, y se sabe muy poco sobre su vida después de eso. Henri, por otro lado, se casó con Marie de Medici en 1600 y tuvo varios hijos con ella antes de su muerte en 1610. En resumen, Henri y Aimee tuvieron una relación complicada y apasionada que dejó una marca en la historia de Francia.
