En el siglo XVI, Antoine de Pons, hija de un noble francés, se convirtió en una de las damas de honor de la reina Margarita de Navarra, hermana del rey Enrique II de Francia. Durante su estancia en la corte, conoció a Enrique de Navarra (quien más tarde se convertiría en Enrique IV de Francia), el futuro rey de Francia, y se enamoraron. A pesar de que Antoine estaba comprometida con otro noble, ella y Enrique se mantuvieron cercanos y se convirtieron en amantes. A pesar de que ella estaba comprometida, Antoine dejó a su prometido y se fugó con Enrique. Los dos permanecieron juntos durante varios años, aunque Enrique también mantuvo relaciones con otras mujeres mientras estuvo casado con la princesa Margarita de Valois. Después de la muerte de su esposa, Enrique finalmente se casó con María de Médici, una princesa italiana, y dejó a Antoine. Sin embargo, se cree que mantuvieron amistad y que ella siguió siendo una presencia importante en su vida. Antoine murió en 1620 en un convento en París, donde vivió los últimos años de su vida. Henri IV murió en 1610, asesinado por un fanático religioso. A pesar de sus relaciones complicadas, la historia de Antoine y Enrique sigue siendo una de las historias de amor más famosas de la historia de Francia.
