Henry IV de Francia y Charlotte-Marguerite de Montmorency se casaron en 1599 en el Palacio del Louvre de París. Charlotte-Marguerite era la hija de Henri I de Montmorency, Duque de Montmorency, y su esposa, Antoinette de La Marck. La unión de Henry y Charlotte-Marguerite fue un intento de consolidar la paz entre los hugonotes (protestantes) y los católicos en Francia. Este matrimonio también ayudó a apaciguar a los partidarios de ambas religiones, como el rey era un hugonote y su esposa era católica. Sin embargo, la pareja tenía personalidades muy diferentes. Henry IV era un hombre extrovertido, alegre y enamorado de las mujeres. Charlotte-Marguerite, por otro lado, era una mujer reservada, tímida y devota de la religión católica. Durante su matrimonio, Henry IV tuvo varias relaciones extramatrimoniales, lo cual causó tensión en su relación con su esposa, quien estaba comprensiblemente molesta y dolida. A pesar de sus diferencias, la pareja tuvo cuatro hijos juntos. Trágicamente, la relación entre Henry IV y Charlotte-Marguerite llegó a su fin cuando Henry IV fue asesinado en 1610. Charlotte-Marguerite sobrevivió a su esposo por muchos años y murió en 1633.
