Henry IV de Francia y Fleurette de Nérac tuvieron una relación romántica en su juventud. Fleurette, una joven campesina, se enamoró del futuro rey de Francia, quien en ese momento era solo un noble más de la región de Béarn, en el suroeste del país. La historia de su romance es incierta y hay varias versiones de cómo se conocieron y cómo se desarrolló su relación. Algunos dicen que Fleurette era una amiga de la hermana de Henry, mientras que otros cuentan que se conocieron mientras él cazaba en la región de Nérac, donde ella vivía. De cualquier manera, lo que se sabe es que la pareja se enamoró perdidamente. Sin embargo, debido a las diferencias de clase social y a la oposición de las familias, su relación no pudo continuar y eventualmente terminó. A pesar de esto, Henry nunca olvidó a su amada Fleurette y se cree que ella fue la inspiración para su política de tolerancia religiosa y su famosa frase "París bien vale una misa", que se refiere al hecho de que él se convirtió al catolicismo para poder gobernar en Francia. La historia de Henry y Fleurette es una historia de amor romántica y trágica que ha sido contada a lo largo de los siglos y que ha inspirado a escritores y artistas de todo el mundo.
