Henry IV de Francia y Jeanne de Tignonville tuvieron una relación estrecha y cercana durante muchos años. Jeanne de Tignonville era hija de un conde y sirvió como dama de honor de la reina Margarita de Valois, la esposa de Henry IV. Se cree que Henry IV y Jeanne de Tignonville mantenían una relación íntima y afectuosa, pero no se sabe si fue una relación platónica o si llegaron a tener un romance. A pesar de la conjetura de la relación romántica entre ambos, lo cierto es que Henry IV mantuvo una gran amistad con ella. De hecho, se dice que Jeanne de Tignonville era la única persona a la que el rey permitía entrar en su habitación sin necesidad de pedir permiso, y que ella era la primera en verlo por la mañana y la última en verlo por la noche. También se sabe que Jeanne de Tignonville estuvo presente cuando Henry IV fue asesinado en 1610. En cualquier caso, la relación entre Henry IV y Jeanne de Tignonville fue marcada por una amistad y una lealtad mutua, y su conexión con la corte francesa ofreció una perspectiva única sobre la vida y la política de la época.
