La relación entre Enrique IV de Francia y Mademoiselle de Montagu fue una historia de amor corta pero intensa. Mademoiselle de Montagu, cuyo nombre real era Catherine Henriette de Balzac d'Entragues, fue la hija ilegítima de Charles de Valois, duque de Angulema y de Marie Touchet. Conoció al rey Enrique IV en 1599 y comenzaron una relación. Enrique IV estaba casado en ese momento con Margarita de Valois, pero esta unión había sido infeliz y sin descendencia. Su relación con Mademoiselle de Montagu fue apasionada y la princesa llegó a creer que el rey la amaba más que a su propia esposa. Enrique IV le prometió casarse con ella si se convertía al catolicismo, pero finalmente no cumplió su palabra. En 1601, Mademoiselle de Montagu dio a luz una hija, llamada Henriette Baptiste. A pesar de todo, la relación entre el rey y la princesa no duró mucho tiempo. Enrique IV se interesó pronto por otra mujer, Gabrielle d'Estrées, que se convirtió en su amante oficial. Mademoiselle de Montagu se retiró de la corte y su hija fue criada por su familia. A pesar de que su relación no llegó a ser duradera, Enrique IV siempre la recordó con cariño y fue generoso con la familia de Mademoiselle de Montagu. Henriette Baptiste recibió una excelente educación y luego se casó con un noble francés. Mademoiselle de Montagu murió en 1633, a la edad de 55 años, después de haber pasado gran parte de su vida en retiro y en la religión.
