Henry IV de Francia y Marie de Médici se casaron en 1600 en un matrimonio político destinado a fortalecer la alianza entre Francia y la familia Médici de Italia. A pesar de que inicialmente la pareja parecía estar enamorada, su relación se deterioró con el tiempo debido a varias razones, incluyendo la infidelidad de Henry y las tensiones políticas entre ellos. Marie de Médici se convirtió en reina consorte de Francia cuando Henry se coronó como rey en 1601, pero su papel político fue limitado debido a la desconfianza de Henry hacia su familia y su propio deseo de mantener el poder en sus propias manos. Durante la Boda de la Medusa en 1606, una celebración en honor al matrimonio de uno de los hermanos de Marie, el desastre del "Naufragio de la Medusa" tuvo lugar, lo que resultó en la muerte de muchos de los invitados y fue una gran vergüenza para la corte francesa. A pesar de las dificultades en su matrimonio, Marie de Médici dio a luz a seis hijos, incluyendo a Luis XIII de Francia, quien finalmente tomó el trono en 1610 tras el asesinato de Henry. Después de la muerte de Henry, Marie actuó como regente de Francia debido a la minoría de su hijo Luis XIII. Sin embargo, su mala relación con su hijo y su falta de habilidad política la llevaron a ser destituida de su posición en 1617 y posteriormente exiliada a los Países Bajos. La relación entre Henry IV de Francia y Marie de Médici fue complicada y tuvo un impacto significativo en la historia de Francia. A pesar de la importancia de su matrimonio en términos políticos, su amor y respeto mutuo nunca se logró plenamente.
