Después de un largo día en el trabajo, Hermione decidió tomar una copa en su bar favorito. Fue cuando vio a un hombre rubio muy atractivo en la otra barra. Él parecía un poco aburrido, así que Hermione decidió acercarse y hablar con él. Resultó que su nombre era Oliver y había acabado de mudarse desde Inglaterra. Después de una hora de charla animada sobre temas mundanos como el clima y la política, intercambiaron números y quedaron para salir al día siguiente. En su primera cita, Oliver llevó a Hermione a un elegante restaurante que ella nunca había visitado antes. Allí, disfrutaron de una deliciosa cena y compartieron historias sobre sus vidas y pasatiempos. Descubrieron que ambos disfrutaban de las mismas películas, libros y deportes, lo que los llevó a programar una noche de cine juntos para la próxima semana. A medida que pasaban los días, Hermione y Oliver se volvían cada vez más cercanos. Comenzaron a salir en citas regulares y descubrieron que tenían mucha compatibilidad juntos. Después de unas pocas semanas, decidieron que querían tener una relación seria y comprometida. Ahora, meses después, Hermione y Oliver están más enamorados que nunca y son la envidia de sus amigos y familiares. Aunque se conocieron en circunstancias poco probables, descubrieron que el amor puede florecer en los lugares más inesperados.
