Una noche, Ashley y Hillary se encontraron en un exclusivo club nocturno de Los Ángeles. Ashley, una actriz joven y ambiciosa, estaba bailando enérgicamente cuando Hillary se acercó a ella y le pidió que bailaran juntas. A pesar de que al principio Ashley estaba un poco intimidada por la belleza de Hillary, ella aceptó amablemente la invitación y comenzaron a moverse al ritmo de la música. Mientras se divertían en la pista de baile, Ashley y Hillary empezaron a hablar y descubrieron que tenían mucho en común. Ambas estaban en la industria del entretenimiento para adultos y compartían el mismo agente. También descubrieron que vivían en la misma ciudad y habían estado tratando de establecer contactos en la misma red de profesionales. Después de pasar un rato juntas, Ashley y Hillary intercambiaron números de teléfono y prometieron volver a verse pronto. Desde entonces, se han convertido en buenas amigas y han trabajado juntas en numerosas producciones audiovisuales de alto perfil. Su historia es un buen ejemplo de cómo dos personas pueden conocerse en circunstancias inesperadas y encontrar una conexión significativa a pesar de sus diferencias.
