Bert Stern y Holly Forsman se conocieron en un bar en la ciudad de Nueva York. Holly estaba sentada en la barra, disfrutando de una copa cuando Bert entró. Fue amor a primera vista. Bert se acercó a Holly y comenzaron a charlar. Descubrieron que tenían mucho en común, y la atracción entre ellos fue inmediata. Bert le compró otra copa a Holly y la invitó a cenar. Pasaron horas hablando, riendo y compartiendo historias. A medida que la noche avanzaba, se dieron cuenta de que habían encontrado el uno en el otro a su alma gemela. Después de esa noche, Bert y Holly empezaron a salir juntos regularmente. Pasaban largas tardes caminando por la ciudad, visitando museos y charlando en cafeterías. Bert estaba siempre tomando fotos de Holly, capturando su belleza en la cámara. Con el tiempo, Bert y Holly se enamoraron profundamente. Se casaron en una pequeña ceremonia en Central Park, rodeados de amigos y familiares. Desde entonces, han pasado más de 50 años juntos, siempre apoyándose mutuamente y recordándose constantemente de la conexión mágica que sintieron la noche en que se conocieron.
