Holly y Rickwood se conocieron en un bar de copas en Londres. Ambos estaban solos y cansados de la rutina, así que decidieron salir a divertirse esa noche. Al poco rato, Jason y Burrill entraron en el bar y se sentaron justo al lado de Holly y Rickwood. Los cuatro comenzaron a hablar y a reírse, descubriendo que tenían muchas cosas en común. La conversación fluyó naturalmente entre ellos y no tardaron en intercambiar números de teléfono. Quedaron al día siguiente para tomar un café y desde entonces no se separaron más. Ahora, años después, siguen siendo amigos inseparables y cuentan con el apoyo y la alegría del otro en todo momento. Al parecer, ese bar de copas de Londres fue el punto de partida de una verdadera amistad.